Nací un 16 de enero de 1978 en la Ciudad de México, amante de la imagen desde niño, en principio, a través de mi madre pintora.
Recuerdo ver una y otra vez las fotografías de los álbumes familiares, maravillarme con las imágenes que habitaban en ellos: cumpleaños, navidades, colores, peinados, autos; el paso del tiempo en las fotos blanco y negro y el papel y textura de las fotografías instantáneas…
La cámara fotográfica -objeto de fascinación misteriosa-, me atrapó con su rollo y su espera del revelado, y con el pasar de los años, me convertí en el que siempre tomaba la cámara para registrar los eventos familiares, viajes, e incluso armé mis propios escenarios y montajes. Ahora esas imágenes también poblaban los álbumes familiares.
No obstante no era mi intención ser profesional de la imagen, pero una vez más llegué a ella tras estudiar la carrera en ciencias de la comunicación y a causa de haber pasado por la escuela de cine; me di cuenta que mi pasión por la fotografía no se había extinguido, por ello, decidí estudiar la carrera de fotografía profesional en el Colegío Americano de fotografía Ansel Adams donde refiné y enfoqué lo aprendido en la carrera de comunicaciones.
Ya de esto han pasado casi 20 años en los cuales, la fotografía es para mí una pasión y una forma de vida, en donde el aprendizaje y los retos han sido constantes con la llegada de las nuevas tecnologías y comunicación.
En mi trayectoria he recorrido muchos caminos colaborando para diferentes medios editoriales y audiovisuales como lo son Editorial Clío/Televisa, Grupo Expansión, Revista Dj Concept, diez años como fotógrafo del Periódico El Universal cubriendo espectáculos, retrato corporativo, viajes, moda, eventos sociales, empresariales y arquitectura.
Con el tiempo y la experiencia adquirida aprendí a documentar lo cotidiano desde mi perspectiva, creando un estilo personal; es por eso que desde hace diez años decidí especializarme en la fotografía de boda, donde de forma reactiva capto con arte esos momentos tan especiales para las novias que confían en mí y en mi mirada, por lo tanto, para mí cada novia y cada boda es única e inigualable.
He sido y soy un afortunado de poderme dedicar a la profesión que elegí y me nutre. Desde hace 7 años vivo con mi esposa y dos hijos en Valle de bravo, donde la fotografía sigue siendo parte de mi vida ahora también a través de la mirada curiosa de mis hijos que ya aprenden y reconocen a la imagen registrada como algo natural y a la vez necesario en esta vida que se va pero se queda siempre.